Búsquedas

Buscad en los ataúdes,
esos cuyas mortajas de huesos rotos
y almas desperdigadas
inundan los arcenes
y las casas de empeño.


Buscad en los troncos quemados,
los cauces turbios de las cloacas,
en las piedras y sus fondos de humo.
Allí donde pervive el sabor de la sangre
buscad sin remilgos
la huella quejosa del dolor,
las fútiles presencias
del orquestado trato de la muerte.


Buscad en la casa vacía,
en los brazos lánguidos
de los niños sin abrazos,
buscad en las metáforas inconcretas,
las palabras desnudas de sílabas,
los fieros poemas que no existen.
Buscad en mí,
en mis aposentos de vísceras
y grises oquedades,
en los destartalados músculos,
la sangre,
la orina,
la saliva azul,
el semen
de los infiernos
que me ocupan.


Pero no busquéis donde existo,
ahí solo queda un vapor
de letargo,
el rastro invisible de mi nombre,
y algo,
muy poco,
de mis apellidos.
(De "Trayectos" 2014 [?])

Comentarios

  1. Qué poco suele haber de nosotros allá donde existimos...
    Me alegra que alimentes estas Crónicas de vez en cuando. Un abrazo fuerte

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  2. Gracias querido amigo Amando por pasar por aquí y dejar tus impresiones... Y sí, muy poco hay de lo que somos en el lugar dónde estamos, en nuestro existir... Otro abrazo para ti (más fuerte si cabe)...

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