Licencia para matar

Prueba a escribir un poema,
es un veneno dulce, doloroso, pero dulce.
Acabará contigo, no te quepa duda.
Y no dejará rastro de sangre,
ni huellas olvidadas; ningún resquicio
del crimen que pueda inculparte.

Prueba luego a seguir escribiendo
otros poemas.
No es fácil, requiere tiempo y mesura,
dedicación y certeza en las palabras.
Pero ya no podrás detenerte,
nada ni nadie impedirá este delito.

Los muertos por la poesía
tienen licencia para matar.

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