Confesión

Sucumbir en la duda,
en los pregones del miedo.
Atolondrado coger el camino que nos intuye
y que nos vincula con esta vida de brumas
con la sobriedad de los espejos.
Una fuga que se amortigua
bajo el agua gangrenosa de los estanques.

Nada he dicho,
todo es una falsedad
orquestada para sobrevivir,
y en ello trabajo cada día,
en ser más un hombre dócil
que un niño infiel.

Comentarios

  1. Podría decir que es maravilloso y sublime pero eso ya lo sabes, así que yo solo te diré que sucumbo a los pies de estas letras.

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    1. Gracias Emma por tus palabras, anima saber que lo que escribes llega a ser comprendido, yo también sucumbo ante tu generosidad literaria. Un abrazo.

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  2. A veces nos asaltan las dudas y nos rendimos ante la dirección menos acertada, la que conduce hacia más incertidumbre, ligándonos a nuestra propia confusión. Una evasión que suaviza el deterioro que produce una vida retenida. Al final nos damos cuenta que tan solo es una estrategia para subsistir como personas apacibles y no hipócritas. Un abrazo.

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    1. Gracias Lumi. Como siempre tu análisis cuasi-poético es acertado y profundo. Un abrazo.

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  3. ¿Un hombre dócil...? Veo que vas por el buen camino.
    Salud-os

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  4. Querido amigo... Ya sabes que es para lo que hemos quedado, para no estorbar, dóciles acróbatas en la espera... Un abrazo y gracias oor seguir ahí...

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