Declaración de amor importuno
Ahora sólo duele un poco
pero llegará el día que el dolor sea insoportable
que su mordedura de fiebres y espasmos
marcará mi piel y apretará mis dientes
Será un abrir de carnes y ojos desencajados
del grito en el corazón y las manos en puños vivos
Será el duelo de las noches de insomnio
del sudor en las sábanas
y el despojo descontrolado
de este hombre en guerra
con sus designios
Entonces
cuando sea el día del dolor y la ausencia
no tengas piedad con este cuerpo en desahucio
con su impuesto descalabro
y sacrifica mi carne y mi memoria
como se hace con los caballos heridos
y los perros moribundos
Entonces
aplica el veneno sin demora
apaga las máquinas
desobedece las plegarias
alíate con la muerte
si es preciso
y dame descanso
prívame del desorden de mi sangre
y desenchufa mi corazón de este vivir
en agonía
No esperes demasiado
imploro a tu amor y tu ternura
desconéctame ahora
que aún resido en mi recuerdo
que aún aguanto tu mano
y me sostengo en tu mirada
Prefiero la oscuridad perenne
la infinitud del silencio
a este batallar inútil y sangriento
esta derrota de sombras que avanzan
y descomponen todo cuanto quise
todo lo que aún me mantiene
plegado a tus abrazos
sumido en la espesura
de este paciente amor importuno
pero llegará el día que el dolor sea insoportable
que su mordedura de fiebres y espasmos
marcará mi piel y apretará mis dientes
Será un abrir de carnes y ojos desencajados
del grito en el corazón y las manos en puños vivos
Será el duelo de las noches de insomnio
del sudor en las sábanas
y el despojo descontrolado
de este hombre en guerra
con sus designios
Entonces
cuando sea el día del dolor y la ausencia
no tengas piedad con este cuerpo en desahucio
con su impuesto descalabro
y sacrifica mi carne y mi memoria
como se hace con los caballos heridos
y los perros moribundos
Entonces
aplica el veneno sin demora
apaga las máquinas
desobedece las plegarias
alíate con la muerte
si es preciso
y dame descanso
prívame del desorden de mi sangre
y desenchufa mi corazón de este vivir
en agonía
No esperes demasiado
imploro a tu amor y tu ternura
desconéctame ahora
que aún resido en mi recuerdo
que aún aguanto tu mano
y me sostengo en tu mirada
Prefiero la oscuridad perenne
la infinitud del silencio
a este batallar inútil y sangriento
esta derrota de sombras que avanzan
y descomponen todo cuanto quise
todo lo que aún me mantiene
plegado a tus abrazos
sumido en la espesura
de este paciente amor importuno
Importuno y desolado amor, par ese cuerpo en desahucio.
ResponderEliminarSe agradece cuando apareces por aquí.
Un abrazo.
Gracias Amando, es un placer que aparezcas tú por este páramo de palabras, y si encima animas... qué más puedo pedir?. Un abrazo.
ResponderEliminarMagnífico,sencillamente magnífico. Enhorabuena poeta. Volveré para hacer un comentario más detenido. Un abrazote. Tino
ResponderEliminarGracias Tino. Tus comentarios son siempre importantes para mí. Espero impaciente ese análisis más extenso... Seguro que aprendo. Un abrazo.
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